A veces no hacen falta materiales caros o complicados de localizar para hacer manualidades divertidas y resultonas.
Con dos huevos kinder, un poco de gomaeva (cartulina también serviría), pelo y unos ojos, conseguimos un pollito y un señor de lo más simpáticos.
Sirven como cajitas guarda cosas o, simplemente, para jugar con ellos.
Y son ideales para hacer con niños.
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