¿Cómo decirle que no a mi hija de tres años cuando me pidió un broche de Campanilla para ser "valiente todo el rato"?
Sabía que lograr la cara iba a ser complicado, así que
saqué un truco de la manga para que quedase lo mejor posible: utilizar
papel para transferencias.
Este ha sido el resultado: un
broche delicado, con base de fieltro... y que ha causado sensación.
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